Desmontar una persiana no siempre es una tarea que se realice con frecuencia, pero llega un momento en que es imprescindible hacerlo para mantener el buen funcionamiento del sistema. Una de las razones más comunes es la rotura de alguna lama. Tanto en persianas de aluminio como en persianas enrollables de PVC, las lamas pueden deteriorarse con el tiempo debido a la exposición solar, la humedad o golpes accidentales.
También puede ser necesario desmontar una persiana por cuestiones estéticas, como pintar el cajón o renovar el aspecto de la ventana. Por último, en casos de reforma, cuando se quiere instalar una persiana con cajón nuevo, el desmontaje de la anterior es un paso previo indispensable.
Herramientas imprescindibles para el desmontaje
Antes de comenzar, es importante contar con las herramientas adecuadas para realizar el trabajo de forma rápida y segura. Estas son las más habituales:
- Destornilladores: Planos y de estrella, según el tipo de tornillería de la persiana.
- Alicates: Para retirar pequeños pasadores, piezas de sujeción o cortar bridas en caso necesario.
- Espátula o palanca pequeña: Muy útil para abrir el cajón sin dañar la tapa ni la pared.
- Taladro o atornillador eléctrico: En persianas modernas, los tornillos suelen estar más ajustados y conviene tener a mano esta herramienta.
- Escalera o banco estable: Imprescindible si la persiana se encuentra en una ventana de grandes dimensiones o en una puerta corredera.
- Guantes de protección: Especialmente recomendables al manipular persianas de aluminio o persianas de seguridad, ya que los bordes de las lamas pueden ser afilados.
Contar con todas estas herramientas listas desde el inicio evita interrupciones y hace que el proceso de desmontaje sea mucho más fluido.
Pasos para desmontar la persiana correctamente
El desmontaje de una persiana debe realizarse con calma, siguiendo un orden lógico para no dañar ninguna pieza. A continuación, se detallan los pasos más habituales:
- Acceder al cajón
El primer paso es localizar y abrir el cajón de la persiana. En algunos modelos, la tapa se retira con un simple destornillador, mientras que en otros está encajada y requiere hacer palanca suavemente con una espátula. - Bajar la persiana por completo
Se recomienda bajar la persiana hasta el final. De esta forma, se elimina la tensión en la cinta o en el motor, lo que facilita soltarla del eje sin riesgo de que se desplace bruscamente. - Liberar la persiana del eje
Dentro del cajón, la parte superior de la persiana está unida al eje mediante ganchos o tiras de sujeción. Es necesario retirarlos para separar la persiana del cilindro. - Extraer las lamas
Una vez liberada, se sacan las lamas poco a poco. En las persianas de PVC, estas suelen ser más ligeras y fáciles de manipular. En cambio, en las persianas de aluminio o de seguridad, las lamas son más pesadas y conviene pedir ayuda para evitar deformarlas o que se caigan. - Revisar el eje y los soportes
Con la persiana fuera, es un buen momento para comprobar si el eje presenta desgaste o si los soportes están flojos. Si fuese necesario, se puede desmontar también el eje del cajón para cambiarlo. - Retirar la cinta o el motor (opcional)
Si el motivo del desmontaje es sustituir la cinta, el recogedor o el motor en caso de persianas motorizadas, este es el momento de hacerlo.
Precauciones al manipular el cajón y el eje
El cajón es el corazón del sistema y debe manipularse con cuidado. Una apertura brusca puede dañar las tapas o los embellecedores, que luego no encajen correctamente. Al trabajar en el eje, se debe sujetar firmemente para evitar que gire de manera inesperada, especialmente en persianas de gran tamaño.
En las persianas de seguridad, este aspecto es aún más importante. Su eje suele ser más robusto y, por tanto, más pesado. Manipularlo sin apoyo puede causar lesiones o daños en la propia estructura del cajón.
Otra precaución fundamental es no forzar las lamas al extraerlas, ya que podrían doblarse. En persianas de aluminio pintadas, además, los roces pueden dañar la superficie y dejar marcas visibles.
Qué hacer después de desmontarla
Una vez retirada la persiana, no basta con volver a colocarla sin más. Es recomendable aprovechar para:
- Limpiar el cajón: Con el tiempo, acumula polvo, insectos y suciedad que afectan al movimiento de la persiana.
- Lubricar el eje: Un poco de lubricante específico evitará chirridos y mejorará el giro.
- Comprobar la cinta o motor: Si muestran desgaste, es buen momento para sustituirlos.
- Sustituir lamas dañadas: Se pueden colocar nuevas lamas sin necesidad de cambiar toda la persiana.
En caso de que el desmontaje se deba a una reforma o mejora, este es también el paso previo para instalar una persiana con cajón nuevo. Aunque el proceso de instalación es diferente y más técnico, contar con el espacio limpio y preparado facilita enormemente el trabajo posterior.
Finalmente, tras volver a montar la persiana, conviene probar varias veces el mecanismo para asegurarse de que sube y baja de manera fluida y sin roces.