Qué hacer si la persiana hace mucho ruido con el viento
El ruido que producen las persianas en días de viento es un problema común, sobre todo cuando la instalación tiene muchos años o no se ha revisado durante un largo periodo. La persiana funciona...
El ruido que producen las persianas en días de viento es un problema común, sobre todo cuando la instalación tiene muchos años o no se ha revisado durante un largo periodo. La persiana funciona como una especie de “barrera móvil”: está formada por lamas que suben y bajan por unas guías y se recogen en un cajón. Cuando esta estructura no queda completamente ajustada, el viento puede colarse por pequeñas rendijas, generar vibraciones o mover algunas partes sueltas, provocando golpes, chasquidos o incluso un sonido similar a un silbido.
¿Qué partes de la persiana suelen provocar más ruido?
No todas las zonas de la persiana generan ruido por igual; existen puntos concretos donde los problemas aparecen con más frecuencia:
1. Las guías laterales: Las guías son responsables de mantener alineada la cortina de lamas. Con el uso, los felpudos internos se desgastan, lo que permite que las lamas se muevan lateralmente y golpeen. En persianas antiguas o muy usadas, esta es una de las causas más comunes.
2. El cajón: Tanto en las persianas exteriores con cajón como en las persianas compacto, el cajón puede convertirse en una cámara de resonancia. Si la tapa no encaja bien o las juntas internas están deterioradas, el viento puede mover el panel y provocar vibraciones molestas. Además, si hay huecos alrededor del registro del cajón, el aire puede entrar y generar sonidos de silbido.
3. El eje y los soportes: El eje es la pieza que recoge la persiana al subirla. Si tiene holgura, está torcido o los soportes están dañados, la persiana puede moverse de forma irregular y generar ruido con cada ráfaga.
4. Las lamas: Las lamas pueden deformarse con el tiempo, sobre todo si son de materiales más ligeros. Cuando esto ocurre, no encajan perfectamente entre sí y cualquier impacto de viento genera movimiento o traqueteo. En las persianas de aluminio modernas este problema es menor, pero en modelos antiguos es bastante habitual.
5. Los topes o tirantes: Si están gastados o sueltos, la persiana puede rebotar cuando no está completamente bajada, amplificando la vibración causada por el viento.
¿Cómo reducir el ruido del viento en una persiana?
Antes de plantearse sustituir toda la instalación, es recomendable realizar ciertas revisiones y pequeños trabajos de mantenimiento que pueden reducir considerablemente el ruido.
1. Revisar el cajón y cerrar bien la tapa: Asegúrate de que la tapa del cajón está bien encajada. En los sistemas compactos, como las persianas con cajón interior sin obra es común que un simple reajuste elimine vibraciones notables. Si la tapa está ligeramente deformada, puede reforzarse o sustituirse.
2. Sustituir o restaurar los felpudos de las guías: Las guías con felpudos gastados permiten el movimiento lateral de las lamas. Cambiar estos felpudos es una reparación sencilla y económica que suele reducir el ruido de forma inmediata. También se pueden añadir burletes o perfiles de goma para mejorar la estabilidad.
3. Comprobar el estado de las lamas: Si alguna lama está doblada o rota, puede reemplazarse sin necesidad de cambiar la persiana completa. Aunque parezca un detalle menor, una sola lama deteriorada puede generar ruido al chocar con el viento.
4. Ajustar o reforzar el eje: En las persianas enrollables de aluminio, que suelen tener más peso, es especialmente importante que el eje esté bien fijado y sin holguras. Un pequeño reajuste de los soportes o la sustitución de los tirantes suele ser suficiente.
5. Mejorar el aislamiento del cajón: Colocar espuma aislante o juntas específicas dentro del cajón ayuda a absorber vibraciones y a evitar la entrada de aire. Esto no solo reduce el ruido, sino que también mejora el aislamiento térmico y acústico de la vivienda.
6. Usar topes y accesorios anti-viento: Existen accesorios diseñados específicamente para evitar que la persiana se mueva de forma excesiva durante el viento. Estos sistemas mantienen las lamas firmes dentro de las guías, especialmente cuando la persiana está parcialmente bajada.
¿Es recomendable cambiar una persiana ruidosa por una nueva?
Depende de la gravedad del ruido y del estado general de la instalación. En muchos casos, con mantenimiento o pequeños ajustes el problema puede resolverse sin necesidad de sustituir toda la persiana. Sin embargo, si la instalación es antigua, sufre de holguras múltiples, tiene lamas deterioradas o un cajón con fugas de aire importantes, puede ser más aconsejable valorar cambiar una persiana vieja por una nueva.
Las persianas modernas (sobre todo las persianas exteriores con cajón, las persianas compacto de nueva generación y las persianas enrollables de aluminio reforzadas) incluyen mejoras importantes: mejores sistemas de guía, mayor rigidez en las lamas, mejores aislamientos en el cajón y materiales más resistentes al desgaste. Esto se traduce en un funcionamiento más silencioso y una durabilidad superior, especialmente en zonas donde el viento es habitual.
Incluso sin profundizar demasiado, conviene destacar que sustituir una persiana antigua por una nueva ofrece ventajas como un mejor aislamiento térmico, ahorro energético, mayor seguridad y una reducción considerable del ruido exterior e interior.
¿Existen persianas más resistentes al viento?
Sí, y su popularidad ha aumentado especialmente en zonas costeras, áticos, urbanizaciones abiertas y viviendas en áreas de clima ventoso. Entre las opciones más recomendadas se encuentran:
● Persianas enrollables de aluminio de alta densidad: Las persianas de aluminio son muy robustas y ofrecen una resistencia destacable frente a impactos de viento. Su peso y rigidez favorecen un funcionamiento más estable en las guías, reduciendo vibraciones.
● Persianas exteriores con cajón reforzado: Estas versiones comerciales incorporan cajones más herméticos, tapas más gruesas y juntas internas que evitan la entrada de aire. Además, su diseño facilita el mantenimiento y mejora el aislamiento acústico.
● Persianas compacto modernas: Sus cajones integrados en el muro cuentan con sistemas de aislamiento de última generación, que ofrecen mayor resistencia al viento y una reducción del ruido muy notable.
● Modelos con guías reforzadas o anti-viento: Estas guías especiales sujetan mejor las lamas para evitar que se salgan o se muevan lateralmente con cada ráfaga.
Por lo tanto, sí existen persianas especialmente diseñadas para soportar el viento sin producir ruido, y su elección puede marcar una gran diferencia en el confort del hogar. Si el problema es muy frecuente, optar por una de estas soluciones puede resultar más efectivo que seguir reparando una instalación antigua.
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